Vamos a hablar sin rodeos: esos planes de entrenamiento genéricos que encuentras en internet o en tu reloj pueden funcionar… al principio. Pero tarde o temprano, te van a llevar a dos caminos: el estancamiento o la lesión.
¿Te suena familiar esto? «Ya corro 70km semanales pero no mejoro» o «Seguí un plan de internet y ahora tengo una lesión». Es que más no siempre es mejor, compañeros.
El error más común que vemos es correr siempre en «tierra de nadie» – ni lo suficientemente suave para recuperarte, ni lo suficientemente intenso para generar adaptaciones reales. O peor aún, querer superar tu tiempo en cada salida como si fuera una competencia.
Otro clásico es no respetar el descanso. Cuando te saltas un entreno del martes y lo quieres compensar haciendo jueves-viernes-sábado todo seguido… amigo, ahí es cuando tu cuerpo dice «¡ya basta!».
Y ojo con los cambios de distancia: pasar de un maratón a una ultra de 100km no es sólo correr más tiempo. Requiere otra planificación, otra nutrición, otra mentalidad.
Para los que están empezando desde cero: no tengan miedo de buscar ayuda profesional desde el principio. Es justo cuando más la necesitan para no desarrollar malos hábitos o frustrarse.
Recuerden: un entrenador no es sólo para élites. Es para cualquiera que quiera progresar de forma saludable, respetando su cuerpo y sus circunstancias personales.
¡Nos vemos en los senderos!