Has entrenado muy duro por largos meses, quizás años. Estás en tu mejor forma o eso crees. Pero cuando la carrera se pone tensa de verdad y las piernas te duelen a rabiar y por la mente solo pasan pensamientos como: “déjalo ya” “ya no puedo seguir más”, etc. Cedes, bajas el ritmo, y piensas que quizá no tienes la suficiente fuerza mental para esto ¿Te ha pasado?
¿Estás preparado para sufrir solo? ¿Poseés esa capacidad de sufrimiento que te hace continuar? Esa capacidad es la que diferencia nuestras mejores de nuestras peores competiciones. Es lo que nos hace sentirnos orgullosos porque llegamos a nuestros límites sin ceder. Y es lo que nos hace sentirnos avergonzados en situaciones donde nos rendimos demasiado pronto. Tenemos que aprender a saber que hacer cuando llegan esos bajones. Y, finalmente, a disfrutarlos.
Siempre he pensado que correr es un deporte muy democrático. Todos estamos al mismo nivel cuando estamos en una carrera, todos haremos los mismos kilómetros. Todos, sin importar la edad, background, raza, ingresos, todos haremos el mismo recorrido.
Tenemos que entender que es clave optimizar el tiempo de entrenamiento. Saber que se puede lograr un resultado importante en una competencia con entrenamientos eficientes como puede ser un entrenamiento intensivo o de fuerza.
Elige lo que escuchar en cada capitulo, entérate de todo antes que nadie